Petronila Neira



Resurge en Lorenzo Arenas
La Diagonal, 25 enero 2009

A pesar de las piedras atadas a su cuerpo, el cadáver de Petronila Neira se desprendió del fango de la Laguna Redonda para flotar en sus aguas. Eso sucedió hace poco menos de un siglo, en octubre de 1910. Sin embargo, su presencia jamás se ha alejado de los alrededores de la Laguna que empezó a ser llamada por su nombre, poco después de los sucesos que sacudieron a la tranquila Concepción del centenario.

El mito se fue tejiendo desde el primer día. El 26 de octubre de 1910 el diario El Sur titula “Se descubre el cadáver de una niña en Laguna Redonda” eso a pesar de que Petronila no era una niña, era una mujer joven, una trabajadora que se ganaba la vida cociendo zapatos y que convivía con un hombre que finalmente resultó ser quien le quitó la vida junto a un amigo de ambos. La justicia no logró esclarecer quien de los 2 fue el asesino porque ambos se inculpaban mutuamente.

Tal como en su momento Petronila logró zafarse de la prisión de lodo que pudo haber hecho desaparecer su huella para siempre, hoy vuelve a resurgir en la pared que mira hacia la avenida 21 de mayo en el quinto bloque de departamentos (desde la Laguna hacia la Vega). La magia está en las manos del artista plástico penquista Juan Oliva Molina quien construye un mosaico que revela esta antigua historia.

Juan Oliva es en realidad el Señor de los Muros y en especial de los muros de Lorenzo Arenas que siempre han ejercido una fascinación extraña sobre todos los muralistas de Concepción. Esta población muchas veces, en distintas épocas ha lucido casi como una galería de arte al aire libre repleta de obras efímeras, que son destruidas por las lluvias o por la propaganda política.

La técnica del mosaico es más duradera que la de la pintura mural, pero está igualmente expuesta al ataque de quienes no aprecian la belleza y el arte, ojala los vecinos puedan cuidar esta obra que pronto les será entregada, le dejará de pertenecer al artista y será patrimonio de todos los que alguna vez transitamos por 21 de Mayo a la altura del 2940.

- Siempre me ha llamado la atención la relación que existe entre las lagunas de Concepción y sus alrededores con la muerte de algunas mujeres, ese es el caso no solo de Petronila Neira, sino el de Las Tres Pascualas en Barrio Norte y también de Llacolén en San Pedro- nos responde Juan Oliva cuando le preguntamos porqué escogió a la Petronila, como tema de su trabajo artístico.

Debemos decir que a pesar que en octubre pasado en el 98 aniversario de la muerte de Petronila Neira Bustos el teatro callejero contó su historia, aun parece que la sociedad penquista no ha reparado en el hecho de que este seguramente es el primer femicidio que adquirió trascendencia por el papel que jugó el diario El Sur y la comunidad entera en el descubrimiento de los asesinos.

Es extraño que las organizaciones de la sociedad civil y del Estado que se preocupan de denunciar y combatir este flagelo que anualmente cobra la vida de más de cincuenta mujeres en Chile, no hayan reparado en la potente figura de Petronila Neira quien podría ser símbolo de la permanencia en el tiempo de los crímenes contra las mujeres.
                                                                                                                                                         Juan Schilling

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