La caída de Bolívar
Simón Bolívar, el Libertador de América, yace
sobre el césped del Parque Ecuador en Concepción, como un futbolista
lesionado, consciente de que no existe una camilla suficientemente
fuerte como para sacarlo del campo de juego, se resigna a mirar la
caída de las hojas del otoño desde una extraña perspectiva. La falta
aparentemente fue cometida por el temporal de viento, lluvia y granizo,
acompañado por tormentas eléctricas, trombas y tornados que se ha
ensañado con nuestra golpeada Región del Bío-Bío. Sin embargo, las
inclemencias climáticas solo vinieron a hacer presente una lesión más
antigua generada el 27 de febrero cuando el gran terremoto afectó muchas
estructuras que no manifestaron inmediatamente todo el daño sufrido. El
caído busto del Libertador había recibido el pasado 12 de marzo la
visita de Rafael Correa, Presidente de Ecuador, país donante de la
representación del héroe continental. El presidente Correa colocó una
ofrenda floral a sus pies, sin imaginar que éste estaba a punto de
derrumbarse, mientras el consultaba por las consecuencias del terremoto
en la ciudad de Concepción.
Juan Schilling
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